AITOR GALDÓS
Sin duda se merece estar donde está, consagrado fuera de su tierra. Aitor ha sufrido para llegar donde está, debiendo emigrar a Japón para conseguir ser profesional, para después pasar con los italianos de Panaria, quiénes sí supieron ver su calidad como sprinter; rol que curiosamente, por ser tan escaso en España, cierra muchas puertas aquí. Anecdótico, ¿verdad? Así, la victoria de etapa en la Vuelta a la Región Valona y el cuarto puesto en la general final de la misma, es totalmente merecida. Un fuerte aplauso para él
Sin duda se merece estar donde está, consagrado fuera de su tierra. Aitor ha sufrido para llegar donde está, debiendo emigrar a Japón para conseguir ser profesional, para después pasar con los italianos de Panaria, quiénes sí supieron ver su calidad como sprinter; rol que curiosamente, por ser tan escaso en España, cierra muchas puertas aquí. Anecdótico, ¿verdad? Así, la victoria de etapa en la Vuelta a la Región Valona y el cuarto puesto en la general final de la misma, es totalmente merecida. Un fuerte aplauso para él